El número de abogadas que acceden a los despachos de abogados cada año ha aumentado e incluso sobrepasa al número de hombres.
Sin embargo las abogadas que llegarán a ser socias serán muy pocas, lo mismo que les sucede a las ejecutivas en la alta dirección. Estas barreras son en España más altas que en los bufetes países europeos como Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido.
En los 25 principales bufetes españoles, solo el 15% son socias frente al 85% de socios. Todo ello a pesar de que, en el momento de acceder al ejercicio profesional, ellas representan el 46% y ellos el 54%.
Las abogadas en el Reino Unido representan el 58% de los que acceden a la profesión, pero solo el 27% de los socios. Este porcentaje es sensiblemente superior al panorama en España. La igualdad tampoco está presente en los puestos intermedios de responsabilidad. La tendencia sigue al alza, pero estos puestos siguen mayoritariamente siendo para los hombres. La excepción está puestos de servicios generales o apoyo, como recursos humanos.
La presencia de mujeres en los consejos de administración de los despachos o en sus comités de dirección también es minoritaria.
La presencia de mujeres en los consejos de administración de los despachos o en sus comités de dirección también es minoritaria. Recientemente, la abogada de Derechos Humanos Cherie Blair, se hacía estas mismas reflexiones en el Financial Times.
BRECHA SALARIAL
Según el Consejo General de la Abogacía Española, el sueldo medio de las abogadas es 450€/mes inferior al de sus compañeros, un 20% inferior. Estas cifras contrastan con el número de Graduadas en Derecho, que supera el 50%, o la proporción de abogadas y abogados ejercientes que rondan la paridad. Solo un 2% de las letradas cobra más de 5.000 euros mensuales por su trabajo, en el caso de los letrados esto sucede en un 10%. En cambio, un 17% de abogadas recibe menos de 1.000.
Aunque las abogadas están cualificadas y poseen una formación académica igual o mejor que sus compañeros, que les permite acceder a los despachos de abogados en igualdad con sus compañeros, a medida que se avanza en su carrera profesional, empiezan a encontrarse con dificultades añadidas, relacionadas con el denominado “techo de cristal”.
EL TECHO DE CRISTAL
El techo de cristal se manifiesta como decíamos en la disparidad entre número de hombres y mujeres que acceden a puestos de relevancia o directivos en los despachos de abogados. Recientemente, en un estudio del Consejo General de la Abogacía Española, encuestados más de 2000 abogadas y abogadas, un gran porcentaje de los hombres consideran que hay menos machismo en la abogacía que en el conjunto de la sociedad, mientras que la mayoría de las mujeres opinan que el grado de comportamientos machistas es igual o incluso mayor que en otros sectores. Es más, el 57% de las abogadas españolas se ha sentido alguna vez discriminada o menospreciada, ya sea tanto por sus opiniones como por su aspecto físico.
CONCILIACIÓN EN LOS BUFETES DE ABOGADOS.
A pesar de la existencia de Planes de Igualdad y de iniciativas que apuestan por la conciliación, los planes de conciliación familiar y laboral implantados en los despachos de abogados son deficientes. Recientemente, un estudio entre más de 700 abogados españoles llevado a cabo por el Instituto de Salud Mental de la Abogacía, ha arrojado unas cifras reveladoras: el 80% de los abogados preguntados, renunciarían a parte de su sueldo si se le permitiera conciliar su vida laboral y familiar y se le dieran facilidades en este aspecto.
Tirando de estadísticas, el 87% de las personas que practican la abogacía en España tienen jornada partida, con entre una y dos horas para comer, aunque existe un 29% que afirma tener menos de una hora y un 11% que suma más de dos horas.
Dicho esto, es muy complicado lograr un equilibrio entre la vida laboral y familiar si entre desplazamientos, pausas y demás los profesionales del derecho dedican gran parte de su día al trabajo.
Se ha incentivado una política de igualdad y los despachos han tratado de modificar su imagen pública para demostrar su apuesta por la igualdad. Sin embargo, este cambio se ha producido fundamentalmente de cara a la galería, hallándose la discriminación y desigualdad en comportamientos muy profundos y arraigados en la propia idiosincrasia de la sociedad, que se traslada al marco laboral.
Hace falta un cambio estructural, de educación en Igualdad que nos llevará varias generaciones para erradicar la naturaleza y las raíces del creer que, para determinados roles, como los directivos, todavía debe de prevalecer el hombre. La realidad es que los clientes y sus necesidades son los que marcan los horarios de trabajo de los letrados.
Por eso es imprescindible que Internet y la legaltech aporten herramientas online que permitan a abogados y clientes conciliar y estar en contacto de forma sencilla y eficaz donde y cuando quieran. Los despachos sin barreras ofrecen autonomía para los abogados y un control de todos los casos desde el ordenador o el móvil.
En Lexdigo construimos despachos virtuales a imagen y semejanza del despacho físico. Esto permite ya no solo hacer tareas de despacho, sino establecer otra nueva relación y dinámica con los propios clientes que da opciones frente a la presencia obligada en el despacho físico.
Esta nueva forma de trabajo y de conciliación parece sencilla para ser aplicada en el caso de los abogados autónomos, ya que se trata simplemente de que el profesional tome la decisión de dar el salto, acceder a la plataforma y empezar a ganar clientes y a gestionar sus casos desde ella.
Pero, ¿qué pasa con los grandes bufetes de abogados? Los grandes despachos deben adaptarse también a esta nueva realidad y al trabajo del futuro que exigen los usuarios, cada vez más acostumbrados a resolver sus problemas con un solo clic y de forma fácil. Con Lexdigo es posible subir todo el despacho a la plataforma, integrar a todos los profesionales que trabajan en él y empezar incluso a trabajar de forma colaborativa, compartiendo casos e información de manera totalmente accesible y segura.
La presencialidad pasa a segundo plano y la efectividad es la protagonista.
Los abogados pueden conectarse incluso en las horas muertas mientras esperan un juicio en los pasillos del juzgado. La conciliación es un tema que preocupa mucho en el sector de la abogacía. La clave es que los letrados puedan organizar su tiempo y además siempre tengan a su disposición los documentos y la información que necesitan.
Este problema afecta en especial a las mujeres abogadas. Un estudio de Metroscopia sobre Igualdad de Género en la Abogacía y en la Justicia, presentado a finales de 2017, revelaba que el 80% de los abogados consideran que los hombres lo tienen más fácil que las mujeres para conciliar en los bufetes. Además, de la encuesta se desprende que las abogadas cobran de media un 20% menos que los abogados. El futuro online de la abogacía es esencial para construir despachos sin barreras. Entre ellas, la barrera de género.
La información es muy buena y cierta, mi hermano es abogado y no para mucho tiempo casa con mi cuñada. Es una labor muy sacrificada y absorbente de tiempo. Pero al fin brindan un servicio a la sociedad impartiendo la justicia.